El ámbar no es un mineral, sino un producto orgánico. Es una resina fosilizada de antiguos árboles que existieron hace 25 a 50 millones de años y algunas piezas que han sido encontradas pueden datar de hace 130 millones de años.
Los griegos llamaron el ámbar "electrón", de donde se derivó la palabra electricidad ya que éste se carga eléctricamente cuando se frota con un paño y puede atraer pequeñas partículas.
Pensaban que eran pedazos de luz del sol pues creían que la solidificación se producía cuando las piezas se rompían a medida que el sol se escondía en el mar.
El ámbar estaba de moda entre las mujeres romanas que tenían el hábito de llevar un pequeño pedazo en la mano, por el olor que éste emitía cuando era calentado de este modo. Durante este tiempo, según Plinio, una pequeña figura de ámbar, costaba más que el precio "de un esclavo sano". Llegaron a enviar ejércitos para conquistar y controlar las zonas productoras de ámbar.
Ciertas órdenes de caballeros controlaban el comercio. La posesión no autorizada del ámbar era ilegal en la mayor parte de Europa hacia el año 1400.
Entre otras creencias, se suponía que el ámbar aliviaba el bocio.
Gracias a los pequeños insectos que fueron atrapados dentro del ámbar, los paleontólogos han podido reconstruir la vida sobre la tierra en sus fases principales y más de 1000 especies extintas de insectos han sido identificadas.
Propiedades Fisicas
Resina fósil. De cuarenta y cinco millones de años aproximadamente
Color: Naranja, blanco amarillento, amarillo miel o marrón.
Transparencia: de translucido a transparente
Propiedades curativas y espirituales
En la antigüedad se utilizaba como objeto de adorno y de culto. En el cuerpo favorece las funciones del aparato digestivos, es útil para combatir los tics nerviosos, los dolores de cabeza, las migrañas, las cefaleas, etc. también es bueno para la artrosis,, las taquicardias y las palpitaciones. En forma de collar se utiliza para mitigar el bocio y el dolor de amígdalas.
Amuleto famoso en los paises nórdicos para prevenir pesadillas y los miedos nocturnos.
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