La varita es un elemento popular en la magia. Tanto en la imagen de la varita mágica de las hadas, o el cayado de los magos de los cuentos, ha sobrevivido en la imagen colectiva de los practicantes de magia como guía y dirección de poder. Y ésta imagen no está tan lejos de la verdad: en los rituales, la varita cumplirá las funciones de dirigir la energía que levantemos durante el ritual, más o menos en forma similar al athamé. Simbolizando la energía masculina, y asignada según la tradición al elemento Fuego o Aire, la varita nos va a ser útil en rituales, con una cualidad quizás menos agresiva que el athamé o la espada.
Existen casi tantos tipos de varitas como practicantes, y las diferencias se dan tanto en la forma y tamaño como en los materiales usados para su confección. En general serán de madera, dependiendo la elegida de las afinidades de cada quien con los distintos árboles, o del uso que vayamos a darle, aunque hay también varitas de metal. También pueden tener terminación roma o con un cristal de cuarzo actuando como "amplificador". Los seguidores de tradiciones netamente celtas pueden llegar a tener una varita distinta por cada mes del calendario arbóreo lunar, con sus distintos atributos, a saber:
- Abedul, para purificación, el primer mes, noviembre
- Serbal, para protección contra encantamientos, el segundo mes, diciembre
- Aliso, para protección y profecía, el tercer mes, enero
- Sauce, para los aspectos femeninos o lunares, el cuarto mes, febrero
- Fresno, para los vínculos entre el mundo interior y exterior, el quinto mes, marzo
- Espino, para purificación y castidad, el sexto mes, abril
- Roble, para protección y entrada a los misterios, séptimo mes, mayo
- Acebo, para superioridad en la lucha, el octavo mes, junio
- Avellano, para la intuición, el noveno mes, julio
- Vid, para la profecía, el décimo mes, agosto
- Hiedra, para la búsqueda del yo, el undécimo mes, septiembre
- Carrizo, para la acción directa, el duodécimo mes, octubre
- Saúco, para los finales e inicios, el decimotercer mes, los últimos días de octubre
Otras opciones son el manzano para cuestiones afectivas, sauce para magia lunar, o roble para magia que implique un gran uso del elemento fuego. Algunos autores, como Scott Cunnigham, sugieren que antes de usarla y consagrarla, la mostremos a la luna saliente, frotándola con lavanda invocando a
Podemos también usar por supuesto maderas compradas, si deseamos una apariencia más cuidada.Aunque personalmente prefiero el viejo método de elegir un árbol, pedir su permiso, cortar una rama, esperar a que se seque y después consagrarla. Será más largo, pero creo que ayuda a que la vara que obtenemos sea más afín a nosotros. Luego de éste proceso, y de adornarla a nuestro gusto, sigue el ritual de consagración. Lo importante, sea cual sea el método que elijamos, es que nos sintamos afines con el material elegido
1 comentario:
¿Es obligatorio en serio tener una vara?
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