viernes, 27 de abril de 2007

Vara Magica


La varita es un elemento popular en la magia. Tanto en la imagen de la varita mágica de las hadas, o el cayado de los magos de los cuentos, ha sobrevivido en la imagen colectiva de los practicantes de magia como guía y dirección de poder. Y ésta imagen no está tan lejos de la verdad: en los rituales, la varita cumplirá las funciones de dirigir la energía que levantemos durante el ritual, más o menos en forma similar al athamé. Simbolizando la energía masculina, y asignada según la tradición al elemento Fuego o Aire, la varita nos va a ser útil en rituales, con una cualidad quizás menos agresiva que el athamé o la espada.

Existen casi tantos tipos de varitas como practicantes, y las diferencias se dan tanto en la forma y tamaño como en los materiales usados para su confección. En general serán de madera, dependiendo la elegida de las afinidades de cada quien con los distintos árboles, o del uso que vayamos a darle, aunque hay también varitas de metal. También pueden tener terminación roma o con un cristal de cuarzo actuando como "amplificador". Los seguidores de tradiciones netamente celtas pueden llegar a tener una varita distinta por cada mes del calendario arbóreo lunar, con sus distintos atributos, a saber:

  • Abedul, para purificación, el primer mes, noviembre
  • Serbal, para protección contra encantamientos, el segundo mes, diciembre
  • Aliso, para protección y profecía, el tercer mes, enero
  • Sauce, para los aspectos femeninos o lunares, el cuarto mes, febrero
  • Fresno, para los vínculos entre el mundo interior y exterior, el quinto mes, marzo
  • Espino, para purificación y castidad, el sexto mes, abril
  • Roble, para protección y entrada a los misterios, séptimo mes, mayo
  • Acebo, para superioridad en la lucha, el octavo mes, junio
  • Avellano, para la intuición, el noveno mes, julio
  • Vid, para la profecía, el décimo mes, agosto
  • Hiedra, para la búsqueda del yo, el undécimo mes, septiembre
  • Carrizo, para la acción directa, el duodécimo mes, octubre
  • Saúco, para los finales e inicios, el decimotercer mes, los últimos días de octubre

Otras opciones son el manzano para cuestiones afectivas, sauce para magia lunar, o roble para magia que implique un gran uso del elemento fuego. Algunos autores, como Scott Cunnigham, sugieren que antes de usarla y consagrarla, la mostremos a la luna saliente, frotándola con lavanda invocando a la Diosa, y al sol naciente, frotándola con hojas verdes y llamando al Dios, así la vara estará cargada con ambas energías.

Podemos también usar por supuesto maderas compradas, si deseamos una apariencia más cuidada.Aunque personalmente prefiero el viejo método de elegir un árbol, pedir su permiso, cortar una rama, esperar a que se seque y después consagrarla. Será más largo, pero creo que ayuda a que la vara que obtenemos sea más afín a nosotros. Luego de éste proceso, y de adornarla a nuestro gusto, sigue el ritual de consagración. Lo importante, sea cual sea el método que elijamos, es que nos sintamos afines con el material elegido

1 comentario:

SDLN dijo...

¿Es obligatorio en serio tener una vara?