Crisoberilo es un nombre, derivado de las palabras griegas “klusos” oro y "berullos" berilo, que significa berilo dorado y, a pesar de tal nombre, nada tiene que ver con el mineral berilo.
De hecho, el crisoberilo es un mineral agrupado en una familia propia, que está clasificada dentro de los óxidos.
Como gema se conoce en tres variedades - todas de brillo entre vítreo y graso- : El Crisoberilo de tonalidad amarillenta, la Alejandrita verde esmeralda bajo la luz del sol y tono rojizo a la luz artificial, y el Ojo de Gato de color verde parduzco oscuro, iridiscente.
El crisoberilo (BeOAl2O3) contiene 19,15% de BeO,76,34 % de Al2O, 3.60% de FeO y 0.55% TiO2, y se encuentra, generalmente, en pegmatitas graníticas o en depósitos graníticos de arena y lava y más raramente en micaenquistos o gneises. Cristaliza en el sistema rómbico biaxial positivo, en prismas alargados, presentándose frecuéntemente en maclas en V o en rueda con tres ejemplares. Su peso especifico es de 3,7 y su dureza de 8,5 es la escala de Mohs.
Los yacimientos más importantes de crisoberilo se encuentran en Brasil y Sri Lanka, aunque, últimamente, muchas piedras vienen desde Madagascar y Tanzania. A esto hay que añadirle los Urales, donde se descubrió la Alejandrita y otros yacimientos en Irlanda y Estadod Unidos. Tambien existen yacimientos anecdóticos en España en el Cabo de Creus y la Sierra de Almanzora.
TRADICIONES Y LEYENDAS
En la antigüedad, el crisoberilo se conocía con el nombre de topacio oriental (apelativo hoy usado para el zafiro amarillo) y era una gema muy apreciada, sobre todo la Alejandrita, que hizo furor en el siglo XIX. Un magnífico ejemplar (47 kilates) se expone en el Museo Británico de Historia Natural.
Tradicionalmente, el crisoberilo se ha utilizado como tratamiento para el páncreas, el hígado y los riñones y como potenciador de las propiedades curativas de otras piedra.
Es una piedra que se relaciona con la juventud, la primavera y la inocencia y algunos piensan que favorece la tranquilidad de ánimo, la serenidad y la superación de las dificultades al tiempo que desarrolla la amabilidad, la compasión y el optimismo.
Esotéricamente, la variedad Ojo de Gato, se relaciona con los chakras de entrecejo y garganta .
De hecho, el crisoberilo es un mineral agrupado en una familia propia, que está clasificada dentro de los óxidos.
Como gema se conoce en tres variedades - todas de brillo entre vítreo y graso- : El Crisoberilo de tonalidad amarillenta, la Alejandrita verde esmeralda bajo la luz del sol y tono rojizo a la luz artificial, y el Ojo de Gato de color verde parduzco oscuro, iridiscente.
El crisoberilo (BeOAl2O3) contiene 19,15% de BeO,76,34 % de Al2O, 3.60% de FeO y 0.55% TiO2, y se encuentra, generalmente, en pegmatitas graníticas o en depósitos graníticos de arena y lava y más raramente en micaenquistos o gneises. Cristaliza en el sistema rómbico biaxial positivo, en prismas alargados, presentándose frecuéntemente en maclas en V o en rueda con tres ejemplares. Su peso especifico es de 3,7 y su dureza de 8,5 es la escala de Mohs.
Los yacimientos más importantes de crisoberilo se encuentran en Brasil y Sri Lanka, aunque, últimamente, muchas piedras vienen desde Madagascar y Tanzania. A esto hay que añadirle los Urales, donde se descubrió la Alejandrita y otros yacimientos en Irlanda y Estadod Unidos. Tambien existen yacimientos anecdóticos en España en el Cabo de Creus y la Sierra de Almanzora.
TRADICIONES Y LEYENDAS
En la antigüedad, el crisoberilo se conocía con el nombre de topacio oriental (apelativo hoy usado para el zafiro amarillo) y era una gema muy apreciada, sobre todo la Alejandrita, que hizo furor en el siglo XIX. Un magnífico ejemplar (47 kilates) se expone en el Museo Británico de Historia Natural.
Tradicionalmente, el crisoberilo se ha utilizado como tratamiento para el páncreas, el hígado y los riñones y como potenciador de las propiedades curativas de otras piedra.
Es una piedra que se relaciona con la juventud, la primavera y la inocencia y algunos piensan que favorece la tranquilidad de ánimo, la serenidad y la superación de las dificultades al tiempo que desarrolla la amabilidad, la compasión y el optimismo.
Esotéricamente, la variedad Ojo de Gato, se relaciona con los chakras de entrecejo y garganta .
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